El injerto de escudete

El injerto de escudete es una técnica común y eficaz en la vid, que consiste en insertar una yema (el «escudete») de la variedad deseada (la púa o injerto) en la corteza de otra planta (el patrón o portainjerto). Esta técnica se utiliza para aprovechar las características del patrón, como su resistencia a enfermedades o a ciertas condiciones del suelo, y combinarla con la calidad de la fruta de la variedad injertada.

¿Cómo se realiza el injerto de escudete?

El proceso de injerto de escudete en la vid implica varios pasos clave:

  1. Selección y preparación del patrón:
    • Se elige un patrón joven (entre 1 y 3 años) con la corteza lisa y que esté en plena actividad vegetativa.
    • Se realiza un corte en forma de «T» en la corteza del patrón, con una incisión vertical de 2-3 cm de longitud y una transversal en la parte superior. Es crucial no penetrar demasiado en la madera para no dañarla.
    • Con la ayuda de una navaja de injertar, se levantan las solapas de la corteza para crear un espacio donde se insertará el escudete.
  2. Preparación del escudete (púa):
    • Se selecciona una vareta o sarmiento de la variedad que se desea injertar, asegurándose de que esté madura y con yemas bien formadas.
    • Se extrae el escudete, que es una pequeña lámina de corteza que contiene una yema. Para esto, se hacen dos cortes: uno paralelo al eje del sarmiento que deje la yema centrada, y otro transversal para separar el escudete. La profundidad del corte debe ser suficiente para no dañar la yema.
    • Es importante manipular el escudete con cuidado para no secarlo.
  3. Inserción del escudete:
    • Se introduce el escudete con la yema hacia arriba en la incisión en «T» del patrón, deslizándolo cuidadosamente debajo de las solapas de la corteza.
  4. Atado:
    • Una vez insertado el escudete, se procede a atar firmemente la zona con cinta de injertar (rafia, plástico o material similar).
    • El atado debe ser ajustado para asegurar un buen contacto entre las dos partes y evitar la entrada de aire o agua, pero sin cubrir la yema. Se suelen dar varias vueltas por debajo y por encima de la yema, dejando esta última al descubierto.

¿Cuándo se realiza el injerto de escudete en la vid?

El injerto de escudete se puede realizar en la vid en dos momentos principales:

  • Primavera: Las varetas se recogen en invierno y se almacenan en frío (alrededor de 4°C) hasta el momento del injerto. En este periodo, la savia de la vid comienza a fluir lentamente, lo que favorece la unión.
  • Otoño: La vareta se toma en el momento justo antes de realizar el injerto. Esta época suele ser la más común.

La temperatura óptima para el injerto en vid se sitúa entre los 24 y 27°C.

Beneficios del injerto de escudete en la vid

El injerto de escudete ofrece numerosas ventajas para el cultivo de la vid:

  • Resistencia a plagas y enfermedades: Permite utilizar patrones resistentes a problemas del suelo como la filoxera (un pulgón que ataca las raíces de la vid) o ciertos hongos y nematodos, protegiendo así la variedad de uva deseada.
  • Adaptación a diferentes suelos: Los patrones pueden conferir a la vid injertada una mayor tolerancia a condiciones de sequía, suelos anegados o a distintas características físicas y químicas del suelo.
  • Mejora de la producción y calidad: Puede influir positivamente en el rendimiento de la cosecha, la calidad de los frutos y la precocidad en el inicio de la producción.
  • Conservación de variedades: Es una excelente forma de preservar variedades locales o antiguas, adaptándolas a las condiciones modernas sin perder sus características genéticas.
  • Menor agresividad para el patrón: Comparado con otras técnicas como el injerto de hendidura, el injerto de escudete es menos invasivo para el patrón, lo que reduce el riesgo de infecciones y facilita una curación más rápida.

Cuidados posteriores al injerto

Después de realizar el injerto, es importante seguir ciertos cuidados para asegurar su éxito:

  • Control del prendimiento: Aproximadamente a los 14 días, se puede verificar si el injerto ha prendido. Si ha sido exitoso, la cinta de injertar se puede retirar.
  • Descabezado del patrón: Una vez que la yema injertada brota y alcanza unos 10 cm de longitud, se debe cortar el patrón por encima del injerto. Esto favorece el crecimiento y desarrollo de la nueva variedad.
  • Eliminación de brotes no deseados: Es crucial eliminar cualquier brote que surja del patrón por debajo del injerto, ya que estos competirían con la yema injertada por los nutrientes.
  • Protección de heridas: Se recomienda aplicar pasta cicatrizante en cualquier herida para prevenir infecciones y ayudar a la cicatrización.

El injerto de escudete permite optimizar la producción y adaptar las variedades de vid a diversos entornos, contribuyendo a la salud y productividad del viñedo.

 

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